Día 122. En busca del apellido perdido.
Resulta que en España no te puedes poner el nombre que quieras. Y lo del nombre, bueno, se hace para que la gente no se ponga cosas como este de la foto, que no se si será verdad, pero no lo veo lo peor del mundo...
Ell problema de verdad viene con los apellidos. Te cuento la película que hemos sufrido para que nuestra hija se llame como debía: Aurora de Miguel Gamito.
Resulta que desde la edad media, para poner un poco de orden en el sindiós de la población española, se fue estableciendo que hubiera dos apellidos, paterno y materno. Pero no fue hasta 1889, cuando se crea el primer Código Civil, que se establece el uso. El artículo 114 recogía que “los hijos legítimos tienen derecho a llevar los apellidos del padre y de la madre”. Por tanto, a partir de este momento, el doble apellido se extendió a todos los ámbitos, hasta convertirse en una norma obligatoria.
Y esa es la clave: normal obligatoria.
Mi mujer es portuguesa y el orden de sus apellidos es inverso al español. Clara Cordeiro Gamito; primer apellido de su madre y el segundo de su padre. Ella, en ambientes profesionales, documentos oficiales, etc... usa su segundo apellido, que es su principal. En el resto de países europeos, cada uno va un poco a su manera con más o menos libertad para poner y quitar.
Entonces sigo; la niña nace, me bajo al despachito ese que tienen los hospitales de administración donde se supone que te hacen el papeleo y así no tienes que ir al registro civil y me dicen que no, que ellos no pueden registrar a la niña con mi primer apellido y el segundo de ella. Mal empezamos.
Que tengo que ir personalmente al registro y hacerlo allí porque patatín, patatán... miedo me da.
Pasan un par de semanas y finalmente voy a inscribir a la cría en algún sitio para que deje de ser una indocumentada y yo que se, por si hay que llevarla a urgencias una noche, tener un papel que diga que es nuestra y no nos la quiten. Y entonces llega el baño de realidad. NI DE COÑA, me dice el amable funcionario. Eso de elegir el orden de los apellidos es un invento del demonio, parece ser, y no se permite bajo ninguna circunstancia.
Yo le digo que he estado leyendo sobre una reforma tope progresista de la ley que se hizo en 2011 y me dice que si, que suena muy progresista, efectivamente: con el fin de avanzar en la igualdad de género, se permitirá que ambos progenitores decidan el orden de los apellidos en la inscripción de nacimiento, por lo que se elimina la prevalencia histórica del apellido paterno frente al materno. Pero es un poco de cartón porque resulta que se puede elegir SOLO EL ORDEN DEL PRIMER APELLIDO. Vamos, que te puedes llamar como el padre de uno o del otro, pero no de tu madre. Te pongo un ejemplo por si te has perdido.
Carlos Blanco Perez y Ana Negro Ruiz pueden inscribir a su retoño como Enano Blanco Negro o Enano Negro Blanco, pero ya está. Date cuenta de que es alternar el apellido de los dos abuelos paternos. Que no digo que no sea un pequeño avance, pero a nosotros no nos valía de nada.
Así que la inscribo como me dejan, con el orden incorrecto y vamos al siguiente paso. A Portugal a hacerle un DNI o CC Cartão de Cidadão que se llama allí. Con el orden que te salga del ciruelo, por cierto, 0 problemas.
Van pasando los meses y hay que hacerle algunas cosillas, seguros, cosas del trabajo, documentos... Intentamos que sean los mínimos posibles. Todos los que hagamos serán luego quebraderos de cabeza para cambiarlos.
Vuelvo al registro civil español con ganas y papeles y me mandan a otro despachito para casos de estos. Allí oigo varias historias por delante y detrás de mi mesa a cada cual más rocambolesca. Por ejemplo a una chica joven que lloraba detrás de mi, le habían denegado el cambio de orden de sus apellidos, y estaba obligada a llevar como primer apellido el de un padre que jamás había conocido.
En mi caso, iba preparado. Habíamos ido al consulado Portugués a por todos los papeles necesarios y todo eso. La cosa es la siguiente: debes hacer un escrito a un juez para que revise tu caso y compruebe que efectivamente la niña se llama de otra manera en otro país de la UE y solo bajo la premisa de "unificación" de nombre y por aquello de que "semos europeos" se aprobará (o no, que a saber...).
- Bueno, esto tarda unos dos años- me dice sin mirarme.
- ¿Dos años? Esta usted de broma... - le respondo con cara de incredulidad.
- Si esta todo correcto y no piden ningún documento más, si, más o menos.
- ...
- Si falta algo o deciden pedir algún documento más se puede denegar aunque luego puede usted apelar aportando la documentación correspondiente.
- ...
Esto fue a finales de 2019 y hace un mes me dio por llamar al registro civil a ver si sonaba la flauta y alguien me informaba de cómo iba el trámite. Habían pasado dos años y medio, que se dice pronto.
¡Aleluya! Finalmente concedido por el precedente del que te hablaba y hace un par de semanas nos acercamos a firmar los últimos documentos necesarios. En teoría deberíamos recibir por correo certificado la nueva y rectificada hoja del registro con el nuevo nombre de la niña con la cual podemos iniciar los trámites de rectificación en el resto de cosas donde la tenemos registrada, la segunda parte de la fiesta.
Eso es todo por hoy, querido lector.
Saludos Juan Pablo, en la Republica Bananera de Colombia (mi país de origen), te pueden poner el nombre que quieran tus padres o cuando tengas uso de razón ( o no!) te lo puedes cambiar por lo que quieras. Es habitual encontrar nombres de actores, musicos y vulgarismos en Spanglish que hacen las delicias de la tribu.
ResponderEliminarAquí en España, es otro cantar. Yo tengo una niña adoptada en Colombia y no sabes la lucha que he tenido para que en el registro pusiera que era nacida en Colombia, aún hay documentos oficiales que dice que nació aquí! En fin dramas del primer mundo… jejeje. Aprovecho estas líneas para saludarte y expresarte mi sentimiento de alegría por la mejora en tu enfermedad. Me alegro de corazón!!
Juan Diego.
Que sepas que en tu país hay un tipo que va por la vida y se llama Batman Roberto. Solo por eso vale la pena ;)
EliminarLo que me cuentas no me extraña nada. La verdad es que las cosas de la burocracia en España a veces parecen un callejón sin salida. No te cuento la que liamos nosotros para casarnos, pero en Portugal. Y eso que somos los dos Europeos y toda la hostia y aún así era un montón de papeleo y una entrevista como si fuéramos a robar un banco.
Abrazos JD
jajajajajaja Juan Pablo, lo siento pero me he reído un rato a costa de vosotros porque hay momentos de la historia que son para reír de pena que da la burocracia española... y río porque no me ha tocado a mí en esta ocasión, si no mas que de reír tendría ganas de comerme a alguien con papas. Me alegro de este primer paso, ahora a por el siguiente.
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