Día 188. Vuelvo a ser humano.
Hola querido lector. Antes de nada, te pido disculpas por mi prolongada ausencia. Se que has estado preocupado por mi aparente desaparición, pero necesitaba descansar. Descansar profundamente. Lo último que te conté es que me habían "infusionado" mis propias células madre y estaba a la espera de el "bajón" y posterior "reconstrucción"; pero todo eso ya pasó y llevo una semana en casa. Recuperándome, asimilando, restaurando, reparando... rehaciéndome a mi mismo. Te cuento que, durante el mes que he vivido ingresado y aislado en el hospital para el autotrasplante, he pasado algunos de las peores horas y días de mi vida. La bajada de todos los niveles de cosas en sangre me sumió en una especie de oscura profundidad, desde la que, incluso, me era difícil recordar por qué estaba allí. Lo único que sabía era lo que mi cerebro me pedía una y otra vez: "sal de aquí y vuelve a casa". Me sentía agotado. Un tipo de agotamiento que nunca antes había expe