Día 117. La serpiente de los vientos

Llevo una semana sin escribir y no por falta de ganas, pero desde el jueves 12 han sido días bastante cuesta arriba. Todo se resume en falta de energía y cansancio. Un poco de apatía y ánimo bajo. Sin embargo se han junto algunas cosillas que quiero contarte hoy que ya estoy más recuperado:

La primera es dejar constancia de una frase que mi pequeña Aurora, de 3 años, repite de vez en cuando desde hace unas semanas, que me tiene confuso y fascinado al mismo tiempo:

Pareces una serpiente con una nariz bonita.

Lo dice con su tono de voz característico de "soy divertida y lo se".  En fin, no tiene más importancia que el propio embelesamiento de padre, pero quería dejar constancia aquí porque, aunque hoy creemos que siempre nos acordaremos de ciertas cosas, la verdad es que van pasando los meses y años y desgraciadamente se olvida mucho, demasiado... Y no quiero olvidar esa frase tan singular. 

Creo que en toda mi vida jamás había reparado en la nariz de una serpiente. 

Segundo, el cambio de apellidos de la niña está definitivamente aprobado por el Reino de España y el juez correspondiente; mañana o al otro te cuento de que va todo.

Por otro lado he empezado a ver Expediente X otra vez. Desde el principio. La primera vez que la vi fue en Tele 5 desde el año 1994, con 14 años, 8º de EGB. Y estoy encantado.

Aún recuerdo el impacto que me produjo tanto el argumento principal (los gobiernos del mundo nos ocultan la realidad), como muchas de las tramas particulares de cada episodio. Durante el instituto, universidad y parte de mi vida joven-adulta: 95-06, desde los 15 a los 26 más o menos, alucinaba con la parapsicología, los fenómenos paranormales, criptozoología, psicofonías (algunas siguen poniendo los pelos de punta), apariciones, viajes en el tiempo, videos de avistamientos, maquinas imposibles, eugenesia, Ooparts... y vamos, todas las cosas de ese tipo y muchas más. Si salía alguna publicación "complemento" de la serie, la compraba sin dudar. Por ejemplo, el libro "Duendes" donde mis agentes favoritos del FBI investigaban unas misteriosas muertes... vamos, ya sabes, menudo título. Una castañaca de libro querido lector, infumable. Si lo ves en una tienda de libros de segunda mano por 1€ no vale la pena. Casi todos los que sacaron basados en la serie eran un poco infernales. 
Recuerdo también, una noche muy de madrugada con alguna cerveza de más, intentar editar con mi mejor amigo, el articulo de la aún joven Wikipedia sobre los Rods; empeñados en que especificara que eran absolutamente reales y no "errores de observación", hasta que nos banearon por vandalismo digital esa misma noche. Parece mentira que haga 16 o 17 años de eso... que genios.

Como complemento perfecto, cuando vivía en Granada, años 99-01, la chica con la que salía me puso una noche en la radio (se emitía muy de madrugada) un programa "en el que hablan de esas cosas que te gustan". Y escuché por primera vez "La rosa de los vientos", conducido por Juan Antonio Cebrián, periodista y escritor, tristemente fallecido en 2007 de un ataque al corazón a los 41 años en pleno éxito de audiencia de su programa en Onda0. 
  

Si tu, querido lector, sabes de qué programa hablo, seguramente también guardes un muy grato recuerdo de aquellas noches de "Tertulia de las cuatro C", donde conocimos a gente tan valiosa como Carlos Canales y Jesús Callejo (hoy no hablaré de Bruno Cardeñosa), los "Monográficos zona cero", "Enigmas del mundo"... y sobre todo, aún hoy con miles de visitas acumulándose en los canales de Youtube que alojan los videos, "Pasajes de la historia", narrados por el propio Cebrián. Fue él y nadie más quien despertó en mí, mi actual afición por la historia del mundo y la humanidad. Eran sencillamente maravillosos.
Recordarás el momento de comenzar a sonar su intro "Villagers Begin Building", tema principal de la BSO compuesta por Stephen Endelman para la película "El inglés que subió una colina pero bajó una montaña" y tumbarte a escuchar el programa de madrugada, cuanto ya todo estaba en calma, con una sonrisa en la cara.

Lo que me parecía verdaderamente increíble es que había gente de verdad, gente mayor, gente inteligente, preparada (y algunos más locos que un saco de gatos) que compartía conmigo esa fascinación por esos temas. Ya no era algo que veía en una serie de ficción: era real. ¡Lo estudiaban y documentaban! La verdad estaba ahí fuera y ellos me hablaban de ella cada madrugada. 

Y al día siguiente a clase   …

Curiosidades sobre el programa (y el anterior a ese) hay muchas: en 1997 unos mucho menos conocidos Iker Jimenez y Pablo Motos participaron en una "Alerta OVNI" a nivel mundial, con más de 1 millón de personas siguiendo la emisión en la radio y por internet de la época y gente como J.J Benitez, Jímenez del Oso, Javier Sierra (reciente Premio Planeta), comentando la jugada. 
Cuarto Milenio es la continuación natural de aquella maravilla y aunque Iker es un tío especial, el formato esta agotado y mi interés por esos temas ya hace muchos años que despareció casi totalmente. 

Expediente X acabó (antes de acabar la propia serie en realidad) y La Rosa de los vientos sin Cebrián dejó de ser lo que era y llevaba ya unas temporadas sin prestarle la misma atención.

Yo, aunque no he perdido mi capacidad de asombro, sí esa credulidad genuina y sincera.

Ahora tiene una forma diferente; supongo que mi curiosidad natural ahora tiene pies de plomo y están un poco más en el suelo. Mi cinismo imperante se ha ido imponiendo al humanismo salvaje que me abrumaba durante aquellos años en los que estaba rendido ante lo que pensaba que eran las capacidades infinitas del ser humano. 

Ahora simplemente pienso que el mundo esta lleno de caraduras sin escrúpulos y chalados trastornados.

Recuerdo que la majadería de "Zeitgeist" me dejó, hace 15 años, con el culo torcido durante unos meses y esos fueron mis últimos coletazos de "credulidad". 
Pero, querido lector, te confieso que cuando veo en algún servicio de streaming cosas como "Ancient Aliens" o algún documental sobre temas del estilo no puedo evitar echarle un ojo. Me gustan y me divierten pero ahora todo se ve de otra manera. Todo es una intrincada farsa para pasar el rato. 

¿Entre todos esos canallas hijos de puta que ven negocio hasta en lo más abyecto y todos los imbéciles sonados que están encantados de perpetuar cualquier idiotez por descabellada que sea, ¿hay alguna vista de una realidad en la que valdría la pena detenerse un segundo? Creo que si. Al final,  ya sabes de qué va todo esto, por supuesto. Este es el quid de la cuestión.


Quizá echaba de menos,sin saberlo, el sentirme tan ingenuo e inocente como durante aquellos años y el ver de nuevo Expediente X me conecta fuertemente con aquel Juan Pablo que tenía olvidado; y eso me gusta. Me hace sentir bobo, memo, simple, tonto... Y también me hace sentir muy feliz por tener la oportunidad de poder revivirlo. 

PD: Creo que voy a comprar el póster y ponerlo en el estudio. Es brutal.
PD2; En 2011 visite la casa de las cartas de Bélmez. Muy curioso, escribiré sobre ello más adelante.

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Comentarios

  1. Expediente x me pilló un poco más mayor que tú, solo decirte que tengo una caja con todas las temporadas en DVD. La Rosa de los vientos me enganchó en el 99, y no la he soltado hasta el día de hoy, la pérdida de Cebrian fue un mazazo, llevaba el programa de una forma magistral, pasajes de la historia, se los ponía a mis sobrinos,las cuatro C,, la zona cero ..., Todas las sesiones las disfrutaba como un enano. Ahora con Bruno, d masiado querer tener razón, intentar crear cátedra, no me acaba de convencer.
    No sé si conoces un programa que ha empezado ahace un par de años, "El Colegio Invisible", dale una oportunidad
    Carlos Canales, Jesús Callejo , están "En la Escóbula de la Brújula".

    Siempre podemos seguir a Cebri en los podcast

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    1. Si, Bruno no me va nada, le falta la templanza y la humildad de Cebrián.
      Conozco la Escóbula pero no sabía de "El Colegio Invisible", aunque como digo, ya no estoy tanto en estas cosas...
      Casi me estoy acabando la primera temporada de Expedientex :D Estoy disfrutando como un enano!

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  2. Con Cebrián se gestó un núcleo de investigadores y divulgadores, que junto a Fernando Jiménez del Oso, formaron los pilares de muchos de los programas y podcast que estamos viendo. Me alegro mucho de esas palabras Juan Pablo, pues algunos hemos tomado el testigo en La Escóbula de la Brújula de aquellos inicios con verdadera pasión, tanto como divulgadores como escuchantes.

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