Día 95

Hoy es martes y es el segundo día de la primera de las dos semanas que voy a estar sin tratamiento de inyecciones. Sigo con el tratamiento farmacológico, las pastillas, pero durante los que espero sean 15 próximos pacíficos días no voy a tener idas y venidas al hospital para pincharme la panza con los mejunjes habituales. 
Eso se traduce principalmente en dejar al cuerpo recuperarse un poco porque cada uno de los pinchazos tiene un efecto directo curativo y a la vez inflamatorio y de malestar general, febrícula, dolor de riñones, espalda, cabeza, cansancio y malahostia universal. 

Hoy ha sido un buen día, he tenido noticias de buenos amigos, los proyectos que tengo entre manos siguen avanzando poco a poco y aparecen de la nada otros nuevos en mi mente, así que todo va volviendo a la normalidad. Intento contener mi aturulle habitual por exceso de ideas y cosas que hacer y me esfuerzo por centrarme y concentrarme en uno cada vez. ¿Recuerdas que hablamos de aquello de ser mas productivo? Pues ese es el único secreto. Válgame el Señor que lo voy descubriendo a los 42 años... 
En fin, más vale tarde que nunca.

Te enseño algunos detalles de las certificaciones de mi nuevo laboratorio de impresión y los certificados de autenticidad que voy creando con sus cosillas. A esto le dedico la mayor parte de mi tiempo ahora mismo. ¡No veas la cantidad de cosas de las que hay que preocuparse!


Buenas noches y abrazos.



Comentarios

  1. "Una cosa cada vez". Gran consejo. Mi padre sieeempre me lo decía: "Céntrate, Óscar, céntrate". No le hice caso y aquí estoy, con líos de empresa, de fotografía de bodas, deportiva, eventos, con proyectos de grandes viajes, y con actuaciones musicales programadas y ensayos pendientes. Y por si fuera poco familia.
    Sí, centrarse es bueno para la productividad. Pero vivir a tope también mola. El equilibrio es el gran reto :)
    Un abrazo Juan Pablo. Muy chulos los certificados.

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