Día 28

 Ha terminado la segunda semana de tratamiento.

Ayer jueves me pincharon lo que tocaba y pa casa. La noche fue dura: insomnio, ansiedad, malestar y algo de dolor en la cintura. Eso que me pinchan debe tener algún efecto inflamatorio en el cuerpo y la verdad es que me deja un poco jorobao. Me desperté esta mañana de viernes con mal cuerpo y al salir de la ducha bastante mareado, con bajada de tensión y vista nublada casi me voy al suelo. Vamos, un cuadro. El resto de la mañana la he pasado simplemente descansando un poco, jugando a la pelota con mi pequeña Aurora y respirando hondo. 

A lo largo de la tarde miraba a mi padre jugando con la niña, miraba a Clara y el sol dorado del atardecer bañando nuestro jardín y me he ido llenando de esa fuerza que le pido muy a menudo al Señor para afrontar todo lo que esté por llegar. Entonces todo va volviendo a la normalidad. El resto de la tarde lo he dedicado a continuar con la impresión de las exclusivas colecciones de ediciones limitadas de fotografías que vengo elaborando desde hace unos meses. Ya han tomado forma y en breve estarán listas para llegar a sus futuros dueños. Quizá haga un video del proceso, la verdad es que es realmente apasionante y disfruto muchísimo de todas las fases.

Una semana más, una semana menos. 

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